"Sexy & Barrigón...



...una suma de virtudes que escasean" así se autodenomina Calamaro, riéndose de si mismo en el tema con pasta de hit llamado ídem, cuyo estribillo remata "soy una buena combinación de Homero Simpson con Rolling Stone".


"Sexy & Barrigón" es uno de los temas incluidos en "La Lengua Popular", la nueva, nuevísima placa de El Salmón, que a tan solo un día de vida en las bateas ya vendió 40 mil copias, convirtiéndose en Disco de Platino.

La Lengua... marca un punto de equilibrio, en el cual AC volvió a ser el "poeta de la zurda" que porta el don de las letras bonitas, pero sin la sobredosis de endulzante que encontramos en el algo cursi "Palacio de las Flores". En este disco Calamaro vuelve a ser él mismo, con algunas reminiscencias de la etapa previa al naufragio creativo de El Salmón, en la cual nos regaló obras maestras como Alta Suciedad y Honestidad Brutal, pero con la variante que determina este nuevo status de hombre de familia, más limpio de vicios y amante del amor.

Esa frase, casi un himno, que rezaba "No se puede vivir del amor", hoy queda obsoleta frente a temas como "Cada una de tus cosas". "Soy Tuyo" o "La Mitad del amor". El componente "popular si se quiere, también está presente en letra y música en el tema "Comedor piquetero" (un rock en clave cumbiera al estilo de "Tuyo siempre"), y en "Mi Cobain", una seguidilla de ideas encadenadas que encuentran su correlato en el prototipo argento. Muy recomendables son también "Carnaval de Brasil" y "La espuma de las orillas", además del hitero primer corte "5 minutos" (minibar).

"Lo popular" es un concepto que hoy supone una suma de connotaciones negativas; sin embargo, lejos de lo vulgar, éste disco es popular en la medida que combina ritmos de calle, de pogo, con estribillos definidos y algunos pasajes realmente grandiosos. Son 12 temas con tanta pasta de hit como probabilidades de quedar en la historia. Combo letal, si los hay.

AC contó con la colaboración de Joaquín Sabina y Miguel Cantilo en la autoría de "Soy tuyo". El arte de tapa estuvo a cargo del dibujante Liniers y la producción, de Cachorro López, cuya influencia en el producto sonoro terminado es realmente notable.
El momento artístico y personal de Calamaro, signado por el equilibrio del cual hablamos antes, puede sintetizarse a la perfección en una de las frases de "La mitad del amor": "Parte de mi no cambió... y a la vez ya no soy el mismo Andrés que no dormía jamás..."





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